La falta de uso
de un software de CRM en las empresas puede generar un impacto realmente
negativo en esta. Porque precisamente, con todo el enfoque que tiene por
ofrecer el CRM se puede estudiar el cómo mantener al cliente activo para la
empresa y cómo la empresa puede obtener
una máxima rentabilidad de su oferta.
Conocer al cliente y conquistarlo
La falta de uso
de un software de CRM en las empresas puede generar un impacto realmente
negativo en esta. Porque precisamente, con todo el enfoque que tiene por
ofrecer el CRM se puede estudiar el cómo mantener al cliente activo para la
empresa y cómo la empresa puede obtener
una máxima rentabilidad de su oferta.
El CRM puede
darle una perspectiva a la empresa de en qué invertir. De ese modo, no le
solicitará a su proveedor cientos de pantalones de color beis que en el momento
no tienen un mayor atractivo para sus clientes, pero si duplicará el pedido de
camisetas de Star Wars porque en el momento son las más apetecidas.
Pero además de
estos análisis sobre el comportamiento que tiene el cliente a la hora de
comprar, el CRM permite establecer una relación amable entre la empresa y el
cliente. Una relación que en cierta medida es humana, porque se aprende a
entender lo que el cliente espera de la empresa y cómo esta puede fortalecer
sus valores corporativos.
Por eso, el CRM
es un software que permitirá obtener datos sobre el cliente como su correo
electrónico y su edad, sus aficiones y su personalidad, además de otros datos
sustanciales con los cuales se tejerá una visión más acertada sobre la
identidad de cliente.
Cómo aprovechar esa información del cliente
Cuando se tiene
ese tipo de información a la mano, al cliente se le puede vincular a campañas de email marketing. Ahora, el CRM
se convierte en el canal de comunicación que le permite a la empresa sostener
un dialogo; un dialogo donde el cliente recibe contenido relacionado con la
empresa y con su razón de ser.
De esa manera el
cliente percibe la amabilidad que tiene la empresa con su razón comercial. La
empresa adquiere una connotación humana, en tanto demuestra que no es una
simple fábrica cuyo eje central es el obtener dinero, sino el ofrecerle unas emociones y sensaciones al estilo de vida
del cliente.
De esa manera,
la oferta corporativa se intensifica y el cliente alcanza un grado de
fidelización. Esta fidelización se verá fortalecida con los descuentos y
promociones con los que se beneficiará por el simple hecho de estar suscrito a
la base de datos de clientes de la empresa.
La meta final,
es que el cliente se convierta en una
pieza participativa de la empresa, para que pueda seguir avanzando, mientras
mantiene a los clientes vinculados a su razón de ser.